El viaje está siendo eterno. Ya son las 9 y aún no hemos
llegado a Mérida. De repente, en El Vijía, a 100 km de Mérida, se baja todo el
mundo. Al parecer, se ha derrumbado la carretera directa por culpa de la fuerte
lluvia. La guagua nos deja tirados.
Tenemos pues que buscarnos la vida. Hablando con una pareja
de “indignados” como nosotros, decidimos compartir un carrito (taxi) para
llegar por fin a Mérida. El camino es por la montaña y “demora” más de dos
horas por los embotellamientos. Durante el trayecto, comemos “mamones”, un
especie de lichie con sabor a mandarina. La pareja que viaja con nosotros está
de luna de miel y después de dejarnos en Mérida, seguirá su camino hacia un
pueblo de la montaña.
Desayunamos en un sitio cerca de la Estación de Guaguas.
Serge se queda en el sitio con las mochilas, y Emili emprende un camino sin
saber lo lejos que está el centro. Anda más de 3 km. Cuesta para arriba.
Después de visitar varias posadas, elige la posada “Alemania”, que tiene la
ventaja de ser muy céntrica. Finalmente, baja en guagua (2,5 Bf. = 0,25 euros)
hacia el sitio en el que Serge, muy preocupado, lleva 2 horas esperando.
Subimos en taxi al hostal (20 Bf =2 euros) y nos tumbamos a dormir una buena
siesta.
Merci, les garçons! Bises!
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