viernes, 3 de agosto de 2012

Choroní

Nos levantamos e intentamos encontrar un bar para desayunar y buscar hotel para la noche. Justo al lado del hotel, está el hostal colonial, donde reservamos sin ver la habitación (150 Bf/noche = 15 €). Sólo encontramos un sitio para tomar café, y encima, ya lleva azúcar. Nuestros amigos se quedan para desayunar en el hotel con la dueña, un desayuno criollo (arepas con judías negras y carne, muy fuerte para nosotros a esa hora). Ellos se van a la playa grande y nosotros, ya preparados para una excursión, llevamos las mochilas a nuestro nuevo hotel, y vamos a desayunar, esta vez de verdad, unas arepas con jamón y queso y un par de jugos de piña (44 Bf/barba). Vamos caminando a la playa grande para despedirnos de nuestros amigos y al embarcadero a concertar el viaje para la playa de Valle Seco.




Con Jose en la playa Grande de Choroní
Tras diversas propuestas, elegimos un "lanchero" que nos lleva por 60Bf/ida y vuelta.
La playa es bien bonita pero no tiene nada de sombra. Buceamos y descubrimos que nos están gustando mucho los fondos venezolanos. Como el mar está agitado, nos damos muchos golpes con los corales. Alguna rozadura, nada grave...
Playa de Valle seco
Zona de baño en Valle Seco




















Comemos pescado y tostones (plátanos asados) en el chiringuito de la playa (105 Bf/ persona) y al menos disfrutamos de un rato de sombra. Estamos rojos como un tomate. Conocemos a unos estudiantes de Barquisimeto (parece que todos los venezolanos son de Barquisimeto) con los que conversamos un rato. Nos piden las máscaras de buceo y ,como es su primera vez, alucinan.Para compensarnos, nos invitan a tragos de Cubalibre.
Subiendo a la lancha

Volvemos a Puerto Colombia, muertos de cansancio, y vemos la bonita habitación que nos corresponde. Descansamos un ratito, vamos a enterarnos de lo que pasa en el mundo en el ciber, y nos vamos a cenar en un restaurante precioso al lado del pub donde habíamos tomado algo el día anterior (140 Bf cada uno, incluyendo los mojitos). Cenamos muy bien y tomamos unas copas hablando con el camarero, muy simpático.
 Estamos verdaderamente agotados y vamos a dormir.

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