Martes 21 de agosto
Hoy es nuestro último día en el Orinoco. Nos levantamos a la
7 y media para desayunar con los suizos y tenemos que esperar una hora más a
los nuevos Italianos para salir. Hoy toca pesca de pirañas. De camino, nadan
los italianos y Emili, pero no aparecen ninguna tonina. Intentamos pescar
infructuosamente pirqañas en dos sitios, y Luís hace una cara de “ya los sabía”,
a pesar de no decir nada. De camino al hotel, vemos moverse alguna tonina, pero
sin mostrarse de verdad. El sol cae a plomo.
Ya otra vez en el campamento, recogemos las mochilas, y
Víctor, uno del campamento, nos invita a comer un tentempié antes de salir. Nos
despedimos de los del campamento, y sobre todo de Luís, que fue nuestro guía
durante estas 48 horas.
Búfalo y caballo |
La travesía dura más o menos una hora. Llegamos a Boca de
Uracoa donde nos espera el Alemán con suegra, mujer y dos hijas. Qué horror!!!
Parecen llevarse más de 30 años. Esperamos a que carguen un motor para poder
seguir hasta Temblador, donde nos despedimos cariñosamente de los Petits
Suisses.
Esperamos más de media hora a que se complete el coche que
nos va a llevar a Maturín (50 Bfs por barba). El trayecto se hace corto y
agradable.
Nos deja en la estación de Buses donde esperamos, esta
vez un poco más, a que se complete el
coche. El trayecto se hace eterno, Emili compartiendo el asiento de delante con
una “figa mustia”, y Serge, clavado en medio, con una joven y su hijo, y una
vieja pelleja. Nos dormimos y llegamos a
las 8 y media a Cumaná. Una vez allí vemos que la posada San Francisco está llena. Justo en frente hay otra regentada por un joven obsesionado por la seguridad que tiene una habitación para nosotros (220 Bf). Cenamos en el restaurante "Les jardins de Sucre" que esta a 10 metros del hotel. Dice la guia que es el mejor del estado de Sucre. La comida esta bien y cenamos con vino. Como ya son las 10 y cinco volvemos corriendo al hotel no sea que el histérico de la posada cierre las puertas.
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